domingo, 19 de julio de 2009

Vomito mi parlamento.

Yo de nuevo por acá para aprovechar que nadie lee esto y desquitarme públicamente sin público :)

Entonces! estaba esta mocosa en la tele, once años, ojeras pronunciadas, seguramente se las maquillaron para darle aire de pobrecita, jaja, y le pregunta la reportera:
- ¿sabes que estás enferma?
- Yo no creo estar enferma. Es un logro para mí, no todos pueden controlar su peso, estoy orgullosa de haberlo logrado.

Creía que la niña era anoréxica así que no me sorprendió, pero no, la mocosa era bulímica.
Estaba orgullosa de vomitar todo lo que comía. De darse el placer de comer y comer, cayendo en lo más pueril del ser humano, ni si quiera por una necesidad. Es como ser adicto al sexo, ¿no creen?

Pues haciendo un poco de memoria, a la época en que el miedo a todo me afectó tanto que cosa que comía la vomitaba, pues no, no es para estar orgulloso. Da tanta rabia ser débil, porque una cosa es tener fuerza de voluntad y otra tener una mente debil que baja la cabeza a los estatus de la sociedad. Así que eres debil, eres debil y preocupas a todos, y tus defenzas bajan, y ya no puedes dormir bien, y lo pasas mal porque todos te apuntan con el dedo porque estás enferma. Enferma de la cabeza.
Dios. Qué rabia con esa niñata.

Qué-rabia.


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